CONFERENCIA CUARESMA Y VÍA CRUCIS DEL CONSEJO
GENERAL DE HERMANDADES Y COFRADÍAS DE LA ARCHIDIÓCESIS
DE BARCELONA
El sábado 8 de marzo, tuvo lugar el tradicional
acto de la Conferencia Cuaresma y Vía Crucis del
Consejo General de Hermandades y Cofradías de
la Archidiócesis de Barcelona. Este año
la organización corrió a cargo de la Comisión
de Semana Santa de Mataró y ha tenido como principal
escenario la basílica de Santa María de
esta ciudad del Maresme.
El acto
comenzó a las cinco y
media en la Capilla de los Dolores, que abarrotada
de cofrades. La puerta de la capilla estaba custodiada
por soldados romanos.
La conferencia
fue a cargo de Mn. Sergi Notó,
presbítero y consiliario de la Comisión
de Semana Santa y ayudó a los cofrades
y cristianos a prepararse tanto para los días
Santos, como entender la importancia y vivir
el significado de la Cuaresma y la Semana Santa,
entorno a la devoción a una imagen .
Terminada la
conferencia se aprovechó para
realizar el acto de nombramiento e imposiciones
de medallas por parte del Sr. Manuel Zamora,
anterior presidente, a la nueva Junta de Gobierno
del Consejo General de Cofradías y Hermandades.
Acabada la imposición de medallas, se
inició el Vía Crucis presidido
por la imagen del Santo Cristo de la Buena Muerte,
que era llevado por un grupo de costaleros que
salieron por la puerta que da a la calle de Beata
María y transcurrió por la plaza
Mayor y la calle Santa María hasta llegar
a la Basílica.
A la entrada
de la puerta de Santa María
una guarnición romana esperó al
Cristo Muerte, terminando el Vía Crucis
con una oración del Beato Samsó y
un besapiés al Cristo de la Buena Muerte.
Desde allí nos dirigimos al Teatro Monumental, en
donde la Hermandad de Jesús Cautivo y Nuestra Sra.
los Dolores programó un concierto de marchas procesionales.
En el concierto ademá de la Agrupación musical
de la hermandad anfitriona participaron la Agrupación
Musical Nuestra Señora de la Sierra de Santa Coloma
y la Agrupación Musical Cofradía 15 +1 de
L'Hospitalet de Llobregat. Este concierto tuvo un carácter
benéfico yendo las totalidad de lo recaudado a Càritas
Interparroquial de Mataró y a la Fundació Maresme.