El
pasado 8 de diciembre tuvo lugar la tradicional procesión
de la Inmaculada con motivo del Voto de Pueblo formulado
por el Consejo de Ciento de la ciudad en 1651. Organizada
por el Consejo General de Hermandades y Cofradías
de la Archidiócesis de Barcelona, este año
tuvo como hermandad encargada de procesionar la imagen
de la Inmaculada por las calles de Barcelona a la Cofradía
Padre Jesús Nazareno y Virgen de los Dolores de
Badía del Vallés.
Cumpliendo el horario previsto la imagen de la virgen
cruzó la
puerta de la Basílica de la Merced a hombros de
las costaleras de la cofradía badiensa, mientras
en el centro de la Plaza de la Merced se procedió a
la suelta de palomas, lo cual resultó una novedad
en esta edición. La procesión se puso en
marcha bajo los sones de la banda de Can Ros de Cabrera
de Anoia que acompaño el cortejo en su itinerario
habitual de calle Ample, Regomir, Ciutat hasta llegar al
Ayuntamiento de Barcelona, donde un año más
se renovó el Voto de Pueblo aunque no hubo representación
municipal. El cortejó se reanudó siguiendo
por la calle Ferràn, donde se detuvo en la Iglesia
de Sant Jaime donde le esperaba la Junta de Gobierno de
la Hermandad Filial Nuestra Señora del Rocío
de Barcelona que le cantó la Salve.
Desde San Jaime se encararon las populares Ramblas
y desde allí a la parroquia de Asan Agustín donde
se llegó pasada la una del mediodía y se
celebró la eucaristía.
Al acabar la eucaristía se anunció que la
hermandad encargada de procesionar la Inmaculada por las
calles de Barcelona en el año 2017 es la hermandad
de Jesús cautivo y Virgen de los Dolores de Mataró.