Crónica de la Estación de Penitencia
de la Congregación de la Buena Muerte de Barcelona
Processó de la Bona Mort a Barcelona
Autor: Topher Tours
El Domingo de Ramos pasado, nuestra congregación realizó un año más la tradicional procesión del Cristo de la Buena Muerte. Destacar que este año se cumplían diez años desde que se recuperó la procesión en 2014.
Antes del inicio de la procesión fue bendecido por nuestro consiliario Mossén Peio Sánchez, el nuevo sudario del Cristo, confeccionado por Santiago Pérez y Gloria Codina, a los cuales queremos agradecer su dedicación y cariño depositado en el proyecto, cuyo resultado ha sobrepasado lo esperado como es normal en sus trabajos
Bendición del sudario
El sudario ha sido bordado en terciopelo rojo acorde con el color litúrgico del día. Del mismo color se estrenaba los faldones del paso, los cuales han sido confeccionados por Susana Segura en un tiempo récord y han dado mayor vistosidad al paso. Del mismo modo el adorno floral, un año más elaborado por Flors Carolina, se ha adaptado a faldón y sudario, luciendo flores rojas entre las ya habituales moradas.
Paso, faldones y flores
Destacar que la bandera de la Congregación, restaurada este año también por Susana Segura, lucía crespón de luto en recuerdo a dos personas que habían compartido procesión con nosotros en años anteriores. Por un lado, María Jesús García, la que fuera sacristana de Santa Ana y que junto con su marido Juan Antonio García fue una de las impulsoras de la recuperación de la procesión del Cristo de la Buena Muerte y por otro Manuel Garrido, el único sin techo que desde 2017 había procesionado todos los años en nuestras filas, ayudándonos a mostrar a la ciudad, esos otros cristos que actualmente llenan nuestras calles.
Sintecho Manel
Con todas estas novedades y como viene siendo habitual la imagen del Cristo de la Buena Muerte traspasó las puertas de Santa Ana pasadas las cinco y media de la tarde a hombros de sus costaleros y bajo los sones de la A.M. Cofradía del Buen Amor de Tarragona (Foto 3-Salida del Paso). En la plaza de Santa Ana, además de la Agrupación Musical esperaban la imagen del Cristo, las filas de penitentes, el Coro Son del Alma perteneciente a la Cofradía de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores de Badía del Vallés, els Armats de Balaguer y miembros de las ordenes de Malta y Templarios. (Foto 4a-Coro de Badia a la salida.
Coro de Badia a la salida
Órdenes Militares del Temple y Malta
A destacar este año que las filas de penitentes además de estar nutridas por hermanos y miembros del Hospital de Campaña (usuarios y voluntarios), contábamos con una muy nutrida participación de feligreses de la parroquia de Belén, con su rector Mn. Adilson Tolentino.
Grupo de Belen
Una vez interpretada la primera marcha, el coro Son del Alma interpretó la Saeta de Serrat. Concluida la misma los costaleros dejaron salir todo el séquito a la calle Santa Ana a la vez que retiraban las patas del trono para que pudiera salir a la calle que en esos momentos contaba con mucha afluencia de público esperando la salida del Cristo y que profirieron los primeros vivas y gritos de ánimos a costaleros.
Este año el séquito lo encabezaban els Armats de Balaguer que han aportado muchísimo a la cabecera de la procesión tanto plástica como sonoramente, sus movimientos, su música y la totalidad del cortejo que su grupo formaban, han sido una grata novedad para la procesión de este año.
Armats Balaguer salida
Tras ellos la cruz de guía de la Congregación y primer grupo de Templarios que abre el cortejo, a los cuales le siguieron una fila muy nutrida de más de 60 personas con hábito, entre ellas alguno de los Sin Techo, usuarios del Hospital de Campaña de Santa Ana, algo distintivo de la procesión. Entre los penitentes los había que portaban antorchas y otros cuadros que reflejan la labor que en el Hospital de Campaña se hace por los excluidos de la sociedad.
Cuadro 1
Cuadro 2
Detrás de los Penitentes, procesionó la Orden de Malta y otra representación de la Orden del Temple que daban paso a la imagen del Cristo de la Buena Muerte a hombros de sus costaleros que un año más hicieron una labor impecable, acomodando sus pasos a las marchas que interpretó la A.M. Cristo del Buen Amor de Tarragona. Mn. Peio Sánchez y Mn Adilson Tolentino, acompañaron en todo momento la imagen del Cristo de la Buena Muerte.
Banda Buen Amor de Tarragona
Niño de la Banda Buen Amor de Tarragona
Siguiendo el itinerario de los últimos años, la procesión avanzó por Portal del Angel, Plaza catedral y Carrer del Bisbe, donde a las puertas del Palacio Episcopal fue recibida por el Cardenal arzobispo de Barcelona Mons. Juan José Omella y el obispo Auxiliar Mons. David Abadias. El señor Cardenal dirigió unas palabras a los presentes y muy particularmente a los costaleros.
Cardenal y Obispo
Muy concurrida este año la Plaza Sant Jaume al paso de la procesión, que se detuvo en este lugar para que el coro Son del Alma dedicará una pieza más al Cristo de la Buena Muerte, cosa que se repitió al dejar el Carrer Ferràn y entrar en Ramblas, lugar donde se pudo contemplar la longitud del Cortejo que se iniciaba con els Armats de Balaguer y concluía con la A.M Cofradía del Buen Amor de Tarragona.
Armats Balaguer
Mujeres de Armats
Banda Buen Amor de Tarragona
Tras el paso por las Ramblas la procesión se adentró en la calle Santa Ana donde hubo un momento de fraternidad entre músicos y costaleros antes de cerrarse la procesión alrededor de las nueve y media de la noche en su iglesia de Santa Ana.
Habrá tiempo de hacer valoraciones más tranquilas y exhaustivas pero la sensación al acabar la procesión de este año, ha sido que se ha realizado la procesión más completa desde que en 2014 se recuperará la procesión del Cristo de la Buena Muerte por las calles de Barcelona. Agradecer a todos los participantes su apoyo e invitaros a seguir así en futuras ediciones.